El percarbonato de sodio es un básico para hacer la vida residuo cero en familia más sencilla, porque nos ayuda a batallar con las manchas de forma amigable con el medio ambiente. Además, es un excelente desinfectante, ideal para la limpieza de las zonas más difíciles. Ahí donde otros usarían lejía, triunfarás con el percarbonato de sodio. Y más, porque el percarbonato de sodio no decolora la ropa, así que puedes usarlo sobre tejidos de color.
Es un polvo granulado de color blanco que se disuelve fácilmente en el agua y actúa como blanqueador natural. Úsalo para blanquear naturalmente la ropa sin necesidad de cloro, ni contaminantes fosfatos, y mucho menos de plástico. Aporta oxígeno y ayuda a remover fácilmente manchas de todo tipo, pero especialmente las difíciles manchas orgánicas (como sangre, fruta, sudor o tierra).
Precauciones de uso del percarbonato de sodio:
- Se trata de un producto clasificado como comburente, corrosivo e irritante.
- Debe mantenerse alejado del fuego y materiales combustibles.
- Después de usar el percarbonato, consérvalo en un recipiente cerrado, en un lugar ventilado y seco, con temperaturas inferiores a los 40ºC y una humedad por debajo del 75%.
- No lo uses sobre superficies que hayan sido pintadas, barnizadas o laqueadas.
- No lo uses tampoco en aluminio.
- No lo uses sobre madera de roble o castaño.
- Evita su uso sobre tejidos muy delicados.
- No lo mezcles con ácidos, como el vinagre o el limón, porque libera gases que pueden alcanzar altas temperaturas.